

Nuestro sistema de salud es uno de los logros más importantes de Colombia. Afilia al 94 por ciento de la población, y el gasto de “bolsillo” es del 14 por ciento, el más bajo de Latinoamérica, e inferior al promedio de los países desarrollados.
Sin embargo, en los ciudadanos no se reflejan positivamente tales esfuerzos, si tomamos como referencia la encuesta de percepción ciudadana 2016 sobre la calidad de vida del programa Medellín Como Vamos. Por primera vez en los 11 años de dicha encuesta, la gente de la capital antioqueña considera que la salud es el tema al que el Gobierno debe ponerle más atención. Por primera vez la salud asciende al primer lugar de las prioridades de los ciudadanos sobre su calidad de vida. ¿Qué pasa entonces en Medellín? No hay duda que un factor determinante es la situación a la que se enfrenta la EPS- Savia Salud.
Savia es un arreglo institucional entre la Gobernación, el Municipio de Medellín y Comfama para atender un millón setecientos mil personas de la población más vulnerable del departamento. ¡Pero no tiene con qué pagar los servicios que le prestan! La región enfrenta un enorme reto: la continuidad del aseguramiento y la garantía del derecho a la salud de dicha población.
Una ciudad y un departamento que han sabido enfrentar los retos de la mafia, de la competitividad, de tener mejores vías, mejores espacios públicos, colegios de calidad, instituciones para la atracción de inversión y de la innovación; no puede ser inferior frente a la necesidad de asegurar que la población más vulnerable acceda a salud de calidad como bien público.
Sin embargo, al mismo tiempo -y eso es parte de la inteligencia para gobernar- es necesario ocuparse de los temas que han llevado a las grandes dificultades de Savia. Sin duda hay que ocuparse en paralelo de tener una organización con la mejor gerencia y eficiencia; afortunadamente apenas tiene tres años de existencia y entonces ello es posible.
Pero hay que ir más allá y profundizar un Acuerdo Social por la Salud en Antioquia, donde todos ponemos: el gobierno nacional, los territoriales, las clínicas y hospitales, los médicos y paramédicos, los pacientes, los proveedores y los jueces.
Son necesarias propuestas estructurales, sobre el límite legítimo a la salud; el costo con estrategias de eficiencia en clínicas y hospitales; la promoción de plataformas tecnológicas que ayuden a la gestión de los grandes recursos económicos del sistema y generen confianza entre deudores y acreedores; en la financiación de largo plazo con apoyo del sistema financiero y en un nuevo modelo de atención primaria para descongestionar los mejores hospitales que hoy cubren todos los procedimientos en las urgencias. Formar médicos de familia y de atención prioritaria, y suficientes especialistas para las necesidades del país y las regiones. Y lograr mayores recursos del gobierno nación.
En estas condiciones, con un “todos ponen”, el panorama será más esperanzador que el actual, pero obviamente ocupándose inmediatamente de lo más urgente: Savia. El ministro, el gobernador, el alcalde y Comfama, estamos seguros entregarán pronto un consenso al respecto. Es la agenda ciudadana la que lo demanda.
Publicado en El Colombiano el 12 de diciembre de 2016
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