¿Para cuándo el SÍ?

13 Jan 2025
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Fueron muchos los NO que en 2024 el Gobierno Nacional le dio a Antioquia: no a la delegación minera, no a las obras de la vía al mar, no a los recursos para el Metro de la 80, no a pagar la deuda millonaria a Afinia- propiedad del EPM-, no a los compromisos presupuestales con la UdeA. Un gran número de noes a una región que representa para Colombia el SÍ. El sí es posible, el sí a la productividad, el sí a la competitividad, el sí a un PIB con un aporte de 14.7%, el sí a una región biodiversa que envía al gobierno $30 billones en impuestos de renta e IVA. ¿Por qué tantas puertas cerradas y tantos proyectos detenidos?

La lista del no la encabeza la vía al mar de Antioquia y Colombia, esencial para conectar al país con el mundo, que enfrenta retrasos significativos debido al incumplimiento de los compromisos de la Nación. En septiembre, la Gobernación de Antioquia asumió un sector del tramo dos, lo que significa que el Departamento tendrá que hacer un gran esfuerzo presupuestal para sacar la obra adelante: $330 mil millones.
En Medellín el Metro de la 80, proyecto clave para mejorar la movilidad de la ciudad, también es víctima del NO. Aunque el Gobierno Nacional se había comprometido a financiar, vía Ley de Metros, gran parte de esta obra; hasta ahora los recursos pactados no llegan. Según información reciente publicada en El Colombiano, el desembolso de $483.135 millones comprometidos para 2024 no se ha hecho, poniendo en riesgo el avance de un proyecto que beneficiaría a más de un millón de personas.

A esto se suma la deuda de más de 4 billones de pesos que, según el alcalde de Medellín, el Gobierno tiene con EPM, derivada de los subsidios que la empresa otorgó en la región Caribe a través de su filial Afinia. Esta falta de pago pone en riesgo la sostenibilidad de una de las empresas más importantes del país y afecta su capacidad para seguir liderando proyectos que beneficien a Antioquia. Otro no de la lista.

El panorama también es desalentador con el Tren del Río, una obra clave para la movilidad sostenible del Valle de Aburrá. Ante la ausencia de recursos nacionales, la Gobernación y el Área Metropolitana se han visto obligadas a buscar alternativas para sacar a flote con el proyecto.
Y es que los NO siguen: quitarle la delegación minera a la Gobernación de Antioquia, un gesto del centralismo puro, ignora el conocimiento que existe de los territorios en las propias regiones. Decisión innecesaria e inconveniente para el sector minero.

Ante este largo listado del NO, se entiende que cada vez más las regiones reclamen mayor autonomía, como el camino para lograr las verdaderas transformaciones en los territorios. El clamor es claro: más descentralización y menos centralismo.

La mitad de este periodo de gobierno es historia, pero aún tiene la oportunidad de concretar obras, saldar deudas y dejar un legado de desarrollo.
Es hora de cambiar los “no” y los “quizá“ por un SÍ a una región que hace un gran aporte al desarrollo de Colombia.

*Presidenta Ejecutiva Proantioquia.

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